Uno de los pueblos afectados por el pantano del Zadorra, que en 1957 con su llenado, el gobierno decreto su disolución como municipio, como otros de la periferia afectados por el mismo motivo. Pero todavía luce esbelta la iglesia de San Esteban del siglo XVI como testigo de sus tiempos de mayor esplendor, en su sacristía es posible alojarse, hoy propiedad de un particular que la alquila.